sábado, 26 de junio de 2010

PENSAMIENTO POSITIVO Y SALUD

Pensamiento positivo y salud: El optimismo refuerza el sistema inmunitario
Para que una cosa se manifieste en el plano físico, primero debemos crearla en el plano mental. Todos tenemos un potencial infinito, pues todos nos regimos internamente por las mismas leyes del universo. Por Rosa Guerrero.
Una de éstas es leyes establece que los pensamientos y creencias determinan cómo será la vida de una persona, ya que atraerá precisamente aquello en lo que cree.
Cada persona es creadora de su realidad y, como tal, puede y debe elegir qué desea crear: prosperidad, alegría y satisfacción; o, por el contrario, escasez, dolor y amargura. Todo se crea dos veces: primero, en el plano mental y, a continuación, en el plano físico. Si se desea un cambio vital, lo primero que debe hacerse es imaginarlo, visualizarlo con todos sus detalles para producir luego su manifestación. Todo lo que llega a la vida es porque ha sido atraído. Y lo es atraído a través de las imágenes que se tienen en la mente… porque todo lo que se piensa, se atrae.
Esta ley, omnipresente en todas las civilizaciones, se puede encontrar en narraciones antiguas de todos los tiempos. Rige el orden del universo en cada momento de nuestras vidas y en todas las situaciones que experimentamos.
La ley de la atracción es la que modela tus experiencias y lo hace a través de tus pensamientos: tú eres quien activa la ley a través de la mente. En 1912, Charles Haanel –autor de la obra The Master Key System y exitoso hombre de negocios– describió la ley de la atracción como “la ley más grande e infalible de la que depende todo el sistema de la creación”. Esta ley responde a nuestros pensamientos, sean cuales sean. Es como si en nuestro interior tuviéramos el imán más poderoso del universo y este poder magnético emitiera a través de nuestros pensamientos una energía capaz de mover montañas y de conseguir grandes objetivos.

LA ACTITUD ANTE LA VIDA
Salud: la mayoría de las enfermedades tienen un origen psicosomático. Los pensamientos negativos, los miedos, los resentimientos, la envidia, la tristeza, el pesimismo y la depresión se acaban manifestando en forma de dolor físico y abren la puerta a la enfermedad. Si piensas positivamente y cultivas el optimismo, fortalecerás tu sistema inmunitario y estarás cuidando tu salud, tanto la física como la mental.
Trabajo: la percepción que tengas con respecto a tu trabajo es tu creación. Puedes elegir pensar en positivo, agradeciendo ser útil en aquello que haces y disfrutándolo, emanando de este modo energía positiva hacia tu entorno que, a su vez, atraerá sensaciones agradables; o, por el contrario, puedes lamentarte, creando malestar, sufrimiento, ansiedad y vibraciones negativas para ti y para las personas que te rodean.
Amor: si te amas a ti mismo, atraerás a otras personas que también te amarán. Pero, si no te amas lo suficiente, lo más probable es que atraigas a personas que reflejen ese mismo sentimiento. Para lograr mantener relaciones satisfactorias, empieza por quererte sin juzgarte por tus actuaciones y piensa de manera positiva sobre tu persona.


Fuente:Revista Integral

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